Ser Familia: Creando Una Comunidad Hispana Saludable

Por: Johanes Rosello

 

Mas de 30,000 Latinos en Georgia se han beneficiado de el programa de familia que fue creado hace 14 años por una pareja al borde del divorcio. “Tuvimos un periodo de separación en nuestra relación, y estábamos preparando todo para nuestro divorcio. Alguien nos recomendó un taller de parejas que nos ayudo bastante,” dice Belisa Urbina, en referencia al programa que ella y su espose atendieron en Puerto Rico en 1994.

 

Cuando la pareja se mudo a Georgia se sintieron decepcionados por la falta de ayuda que había en Georgia para parejas Latinas. En el momento que se fueron de Puerto Rico, ellos dejaron atrás su grupo de apoyo y las reuniones de seguimientos que se formaban después de cada taller de parejas. Por razones “egoístas”, según Miguel, la pareja decidió empezar su propio programa. “Nuestra idea era empezar un programa para parejas que nos ayudara a nosotros como pareja. No estábamos tratando de empezar una organización,” dice Miguel.

 

Desde ese momento, los Urbina empezaron a organizar talleres para parejas en su iglesia, inicialmente sin saber cuanto interés habría, pero rápidamente se dieron cuenta de la necesidad que había. “Nos pidieron que lleváramos acabo un taller mensual, y a veces más.” En el 2001, nació “Renovación Conyugal”. Para parejas como Marco y Mónica Martínez la participación en el programa fue el comienzo de una relación provechosa con la organización. “Hace nueve años empezamos a ir a los talleres de parejas fuera de curiosidad, y nos enamoramos del proyecto. Encontramos la oportunidad de convertirnos en voluntarios, y la tomamos,” dice Mónica. El apoyo de los voluntarios como los Martínez hizo que Renovación Conyugal pudiera crecer y continuar a expandir sus talleres y proyectos para crear talleres a la juventud Latina, para dirigir clases de padres, para proveer servicios para sobrevivientes de violencia domestica, y para tener recursos que ayudan a los pacientes de los programas de salud mental.

 

La organización adoptó el nombre “Ser Familia” en el 2013. Para Juan Carlos Mejía, uno de los voluntarios de Renovación Juvenil, el significado del cambio de nombre de la organización es particularmente importante. Desde su llegada a Estados Unidos Mejía,nativo de Colombia, encontró un lugar seguro para sanar sus lesiones emocionales, efecto de la muerte de su padre, en Renovación Juvenil. “Esta organización me dio una familia, y no se como les pagare por eso,” dice Mejía.

 

Belisa y Miguel, cuyos cinco hijos también son voluntarios en la organización, sienten que Mejía y los otros muchachos verdaderamente se convierten en familia. La llave del programa, según Belisa, es que ella y su esposo siempre mantienen un dialogo abierto y honesto sobre los problemas que ellos han tenido en su matrimonio, y trabajan para que otras parejas identifiquen sus propios problemas y que encuentren las herramientas que les ayude a seguir adelante en su relación.

 

Hoy los Urbina tienen la esperanza de continuar expandiendo la organización, hasta el día que sus cuatro nietas puedan participar en los programas. “Ha habido momentos de frustraciones, pero todos y cada uno de esos días difíciles han valido la pena,” asegura Belisa.